

Un аngel de piedra se arroja sobre mi llorando lagrimas secas,
Llorando por una juventud que envejece y una vida atormentada.
Lamentando sobre mi hombro sollozos recuerdos,
Que como dagas penetran mi negro corazon ya no eterno.
Este angel me lamenta en vida y yo lamento mi muerte,
Pues esta al parecer no me deja ver su sombrio rostro,
Y me deja vagando por tierras sombrias de tristes ilusiones sin fuerte.
Este angel de piedra el cual llora lagrimas por mi,
Pareciera tener mas vida que yo.
Y su lamento es vivo, e irremediablemente hermoso.
Me estremezco en verle y lagrimas de sangre salen por mis ojos.
El llora por una vejez y una vida en muerte.
El llora por pecados ajenos y un corazon oscuro latente,
Lagrimas secas que no dejan de correr y ojos inertes que no dejan de ver.
Angel de piedra, sollozos tus pensamientos son,
Y tus lamentos por lo que una vez fui son futiles.
Mi angel de piedra, llora por este tiempo que rapido ha pasado,
Pero que aun mis heridas no ha sanado.
Y mi corazon que no late como antes, ennegrecido se ha convertido,
Y su palpitar ha disminuido.
Un angel de piedra se arroja sobre mi,
Y sus lamentaciones se dejan oir,
lamentaciones por pecados ajenos a el,
Pero tan mios que no puedo escapar, que ya no puedo ver.
Encadenada mi vida esta a este deambular
por caminos desiertos, llenos de polvo seco.
ya mis pies cansados estan,
y mi corazon encaprichado por un tiempo que paso y no volvera.
Llora por mi angel de piedra,
lamenta mis pecados y siente mi corazon destrozado,
arraigado a un olvido mezclado con hastio y lujuria,
pues en este mundo deambulo con mas pena que gloria
15 Abril 09
Rafael Quintero
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